Viernes

El viejo y querido señor Gekko.


Esto de hacer un MBA cómo que le abre la cabeza a uno. Es una experiencia de largo aliento, especialmente para que los que no tenemos una formación específica de negocios, o de ingeniería o de matemáticas. Sin embargo, es también una oportunidad para darse cuenta de que por ahí uno tiene una que otra cosa que no abunda entre los que tienen formación más científica.

Imagine que se encuentra en un ascensor con su inversionista y tiene sólo el tiempo del trayecto para convencerlo de que su producto es interesante y que le gustaría saber más para poder invertir en el. Esa es la premisa del Elevator Pitch. Algo que es ciento por ciento de negocios, pero que más que una planilla de cálculo y unas cuantas fórmulas, es un arte.

Plan de marketing, proyección de costos, modelo de negocio, equipo humano, detección de la necesidad (qué es lo que su producto REALMENTE soluciona) y muy importante: cuánta plata va a ganar. Esos son solo algunas de las cosas que tiene que tener claro al momento de hacer su pitch y es fácil tupirse con tanta cosa.

Personalmente creo que esto es más bien storytelling, es saber empatizar, conectar emocionalmente con las personas, con tus potenciales clientes, con tu inversionista. Atrapar su atención, cautivar, entusiasmar. Son palabras difíciles, complejas. Pero creo que es mejor que alguien te muestre cómo se hace.

Imagínese entonces que usted es un accionista minoritario, que su compañía pierde dinero y cree que la mejor solución es «racionalizar la compañía» y vender. El directorio no lo quiere mucho, entonces usted pide la palabra en una reunión de accionistas… Sólo tiene tres minutos para convencerlos:

Gordon Gekko es el maestro del elevator pitch. De acuerdo no con lo de la avaricia, pero que el tipo es genial no hay duda.

Dése un ochentazo, consígase el VHS y vea Wall Street. La original. Y vea cuantos amigos suyos le tienen prendida una velita al personaje de Michael Douglas, le apuesto que hay más de uno.

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Reporteros que Cubren Medios


El mundillo de los medios chilenos ha estado bastante agitado últimamente. Todo el proceso de «racionalización» de Copesa, con decenas de periodistas despedidos y la aún mayor racionalización de los fotógrafos, son el último capítulo de cómo la crisis que ha estado afectando a los medios impresos en todo el mundo también los afecta en Chile.

Por eso, para entender un poquito más sobre qué es lo que está pasando en esta industria y porque después de todo hoy es viernes, voy a elegir un libro y un documento para proponer.

El primero es local, chilensis. Aprovechando la Feria del Libro de Santiago y después de varios años de trabajo, vio finalmente la luz  «Agustín Edwards Eastman: una biografía desclasificada del dueño de El Mercurio” de Víctor Herrero, un relato de luces y sombras de la figura más influyente en la prensa chilena de los últimos 50 años. Tengo pendiente pasar por la librería a comprarlo, pero por 14 mil pesos chilenos (unos 25 dólares) no debiera haber inconvenientes. Igual les propongo que le den una mirada a la entrevista que le hicieron en The Clinic como una previa.

Otra Biografía interesante en este estilo puede ser, y aprovechando que hace pocos días dejó de existir, «A Good Life» la autobiografía del histórico director del Washington Post, Ben Bradley, conocido por la gran mayoría por su rol en las publicaciones del escándalo Watergate y la consecuente renuncia de Richard Nixon en 1974.

La otra recomendación es un documental. Page One: inside The New York Times. Un mirada muy original, en donde David Carr, el reportero que cubre la sección de «Medios» del periódico también cubre lo que sucede dentro del New York Times. Provocador e interesante como el personaje mismo de David Carr. Ciento por ciento recomendable para el fin de semana.

Dos miradas sobre el mismo tema. Los medios, sus dueños, sus historias y sus crisis. Reporteros que cubren a los medios. En serio, no a medias.

Cinco Películas Imperdibles


Con tanta cosa sobre allanamientos que en realidad no lo son, agencias de comunicaciones involucradas, candidatos presidenciales, ex presidentes de clubes de fútbol que sueñan con volver a serlo prometiendo estadio nuevo, diputados tratando de explicar lo inexplicable en cámara… O sea, todos los elementos de una buena película.

Y cómo hoy es viernes, y en este blog nos gustan el buen cine y sobre todo las buenas historias, les compartimos cinco películas imperdibles sobre política, comunicaciones y porque no un poco de buen humor:

  1. Thank you for Smoking (2005). Una sátira maravillosa sobre las grandes maquinaciones del lobby del tabaco en Estados Unidos. Humor negro del bueno, donde no se salva ninguno. Si usted ha trabajado alguna vez es esto de las comunicaciones estratégicas se va a sentir identificado.Lo más notable, el Club de la Muerte.
  2. Wag the Dog (1997). Dirigida por Barry Levinson y protagonizada por dos grandes actores como De Niro y Hoffman es básicamente un delirio. Notable mezcla de política, escándalo de faldas (mucho antes del sexting…) y Hollywod. También una sátira que entre tanta exageración no deja de tener un cierto aire a realidad. La duda es cómo sería una actualización de esta historia a la realidad de los medios 24×7 y las cámaras omnipresentes en tanto smartphone que hay hoy día.
  3. Frost/Nixon (2008): Personalmente creo que la entrevista es un género mayor del periodismo. Ser un buen entrevistador es un arte. Se requiere talento pero también preparación. Y la película se construye sobre la base un conductor de farándula que entrevista a un ex-presidente que ve la oportunidad de lavar su imagen… Una joya cómo entiende el género televisivo, la importancia de la cuña, del primerísimo primer plano.
  4. No (2012): Una joyita. Una vez tuve la oportunidad de compartir un vuelo con Gael García y no pudimos evitar hablar de la película y de lo potente que era la historia y que era muy importante que las nuevas generaciones comprendieran el tremendo sacrificio que hizo esa generación. Si bien su personaje es en realidad un constructo (basado en múltiples personas reales) la historia de la campaña del No es un caso de comunicación política impecable. Tras 15 años de silencio bajo la dictadura y con la posibilidad de poder dercirlo todo en 15 minutos de TV durante dos, la campaña usa todo los códigos de la publicidad y enfatiza un futuro mejor sin caer en la tentación de enfocarse en el lado oscuro de lo vivido durante esos años. Mención aparte para mi suegro, el gran Jorge Stipicic, que era locutor de la franja y se lo escucha clarito en el video del carabinero que golpea a un manifestante y dice «este chileno quiere paz..»
  5. All the President’s Men (1976): Un clásico. Todos los que estudiamos periodismos vimos esta pelicula. Basada en la historia real de Carl Bernstein y Bob Woodward, es la base del thriller político y del periodismo investigativo de tomo y lomo. Y todos andamos siempre detrás de ser el próximo en descubrir un nuevo Watergate. Tal vez por eso es que cada vez que se destapa algo lo apellidan XXXgate Ahora estamos los meses del Pentagate

Cinco películas para disfrutar y pensar en cómo descrubrir el próximo «casogate» a la orden. El ránking es aleatorio y personal. No pretende ser «la guía» pero si cree que me falta alguna, dígamelo.